mañana me voy.
..no tienes ni idea. mientras caminas, sin cogerme ya de la mano, me hablas del cariño, de la amistad, de la justicia, de la paz, de la guerra, del hambre, de la miseria, de la envidia, de la lujuria, de la desidia, de la enfermedad terminal de tu abuelo materno y de la vuelta a casa de Pedro, tres años después. enlazas enunciado tras enunciado, vas creando nuevos significados que se suceden ordenadamente, incluso me da tiempo a verlos pasar por el tunel rojo dónde circulan vocales y consonantes indiscriminadamente. te paras y nos sentamos en el pasillo de ese edificio de cartón-piedra grisáceo desgastado por tantos años de lluvia y de viento. de nubes negras descargando su rabia contra él. de un sol enfermizamente rojo que ha derretido todo lo que pudo tener de bello alguna vez. hundida yo entre mis propias piernas como queriendo no ocupar y tú sin reparar en ese bolso de color blanco abandonado en medio de los dos que estás manchando con la suela desgastada de tus mocasines. alguna vez fueron granates. y mientras hablas y hablas, intento encontrar el adjetivo exacto que describa el color del que ahora tímidamente hacen gala. ya no te esfuerzas por mantener mi mirada. ya ni siquiera respetas las comas, ni los paréntesis, ni vocalizas lo suficiente como para que llegue a entenderte. te alejas de mi, pero porque supiste ver que yo quería irme primero. y esas palabras vacías por fín iban cayendo en desuso y se extinguían antes de llegar a mis oídos. tú te preocupas de no tirar la colilla al suelo, te paras a acariciar a ese perro, sonríes cuando te acuerdas de ella y sé que te preocupa que no todos tus amigos sean dignos de serlo. qué te crees. todo eso.... a mi también.
.pero.
mi vida pende única y exclusivamente de un hilo de 3 mm que a duras penas me sujeta cuando alguien me quiere empujar. si ese hilo se rompe, qué me importa amar o desamar, matar o resucitar, sonreir o mirar al frente.
qué más da nada si soy sin ser. cómo te voy a querer si ni siquiera soy capaz de ver a través de mi propia piel.
Clonazepam y circo.
no te va a doler menos (por mucho que intente ordenar una tras otra las palabras de esa frase mágica)
no te va a doler menos (por mucho que me esfuerce en que se marquen los hoyuelos de mis mejillas al sonreir)
no te va a doler menos (por mucho que te mire a los ojos cuando me lo pidas)
no te va a doler menos, y no será porque no lo haya intentado.
te va a doler igual.
igual que si te lo dijera sin pensar. por la noche. con minifalda y bailarinas. y con 6 copas de más.
"te quiero"
y... no hay vuelta atrás.
reencuentros con el futuro pasado.
sabes que va a seguir siendo de noche por mucho q intentes borrar el color negro con esa goma desgastada q algún día tuvo forma de corazón. ¿te acuerdas de áquel green abandonado en el club de golf? arrancamos una a una todas las margaritas, las guardamos en una cesta de mimbre y las subimos a la casa del árbol. y mientras me contabas lo mucho que te dolían los Demás, desprendías los pétalos blancos de aquella esfera amarilla, diminuta, y yo te repintaba las pequitas falsas que se borraban cada vez q una lágrima te corría mejillas abajo. me sentía segura a tu lado, aunque fuera entre aquellas inestables paredes de cartón pintadas con témperas azules y verdes, en ese árbol tan grande en el que hubieran cabido tantos chicos rubios como hubiesen querido. nos prometimos la luna, las estrellas, el mar, plutón, los anillos de saturno, los icebergs de la atlántida y los koalas australianos. todo lo que a su vez nos prometían las canciones de la radio. y sin embargo fueron pasando los años, fuimos podando las ramas de nuestro árbol, nos caimos de bruces tropecientasmil veces, acabaste subida a otro árbol y yo me fui del nuestro, pq nunca quise q fuera sólo mio.
y ahora nos miro y ya casi ni me acuerdo, no sé si era felicidad, si era adolescencia, si era amargura, si era dolor, si era tristeza, si era el ruido de los huesos de mi cuerpo creciendo 1 cm cada segundo, gritándome desde dentro que me estaba haciendo mayor. o que tenía que aprender a serlo. hoy creemos volver a estar sentadas en un campo lleno de bichos bola y circulitos amarillos. y pétalos del color de tu vestido de novia. compartimos la misma mentira de siempre, esa amistad inquebrantable por los siglos de los siglos, los ya te llamaré, los lamentos, la nostalgia de mierda, la incertidumbre, los palos, los reproches, las verdades que duelen y las mentiras que te estallan el himen del corazón.
y entre amores y desamores, ceniceros rebosantes y restos de batido de chocolate en tu vaso...
sólo somos dos chicas sentadas en la mesa del mismo restaurante de siempre. y mientras estamos una en frente de la otra, fuera en la calle el pasado se burla de nosotras.
mañana todo volverá a su sitio
sigues siendo la misma mente atormentada de siempre.
tus pasiones ocultas seguirán aflorando bien entrada la madrugada, al otro lado del hilo telefónico.
el destino apuesta fuerte por el rojo. tú te lo juegas todo al negro. y te despiertas con resaca de Moët & Chandon. pensaste que era verdad. y luego que era mentira. te volviste a sentir igual de pequeña que entonces. creiste reconocer tus facciones ajadas por el sufrimiento reflejándose en la pantalla del móvil. quisiste arrancar los cables de cuajo y dormir eternamente. pensaste que todo se había estropeado. q él nunca podría entender. y tú nunca podrías explicar.
lo peor de todo es que no hay nada. nada qué entender o qué explicar. simplemente los fantasmas rondando otra vez por mi cabeza.
no necesito esto, no necesito acordarme de lo q nunca ocurrió.
no puedo dejar q las pesadillas de unas cuantas noches (y días y tardes, tb) de invierno empañen ESTO.
pq ESTO existe. de verdad.
aunque no sé si creo en ello.
y cuanto más alto grito lo mucho q creo, menos lo hago.
¿lo q m impidió crecer entonces va a seguir empujándome ahora?
patético.
he intentado que me quieras mil millones de veces.
es raro volver al principio despues de haber llegado al final.
es raro que al borde de la veintena, se medio cumplan tus expectativas de preadolescente soñadora.
es extraño verme ahora en esta situación, mirar como incluso los dedos q resbalan sobre las teclas de siempre tienen un algo distinto. son más finos, menos blancos y no tiemblan ni un poquito. ni un poquito.
es extraña esta sensación de déjà-vu... de ente sobrenatural que camina con la espalda erguida aleccionando a los transeúntes moribundos. y saber que nada más importa, pq lo que de verdad importa está detrás de aquellos árboles que se ven a lo lejos, desde la carretera del refugio. que me estás esperando. que me estás queriendo. pero que lo haces de verdad. que existes. QUE EXISTO. joder, por fin existo. tantísimo tiempo en las sombras de mi propia celda. la habitación del torreón, sin puertas ni ventanas... nadie vino a rescatarme. yo sola cavé hasta que el túnel fue lo suficientemente largo como para poder llegar hasta la luz. y de ahí empezar. lo primero con una sonrisa. las muelas del juicio. las conversaciones frente al espejo. las miradas de aprobación. el superdesarrollo de mi ego. el reparto de amor. las nuevas vías de escape. los nuevos caminos por recorrer. el sabor de la verdad. la alegria de poder. la tristeza de saber. y la plenitud de tener.
es octubre. y hay muchas cosas por hacer.
